A través de nuestra ventana te vi mirar hacia el exterior con tu panza redonda.
A través de tu mirada redonda te vi en nuestra ventana con tu panza exterior.
A través de tu panza vi nuestra ventana, mirada exterior.
Lo único que detiene la caída del cabello es el piso
Rozagantes rostros rodantes.
Roxanne en la rockola.
Dos rocas rompen la ronda.
Rosas rococó rojas
rodean un romance.
Subiste al jardín del primer piso, con el sol ardiente sobre tu espalda.
Tu lengua juega concentrada, atenta, en busca de esa forma tan deseada.
En el silencio de nuestro encuentro, un gigante blanco se levanta.
Tu mano amasa la masa de los niños.
Tu mano saluda a mi espalda blanda.
Imagen: Salvador Dalí - The Elephants - 1948.
Acabo de googlear “fersebal” y me tope con algo que había escrito en el 2002.
Me sentí un bobo.
Tengo ganas de estar en casa y dedicarle tiempo a la escultura.
Ayer le dije a mi psico que me estaba empezando a aburrir.
Hoy me agarró un poco de tristeza…
No se si dejar…
Me puse medio sensible y me dieron ganas de querer a alguien.
O simplemente estar.
Y todo esto lo podría poner en el blog.
Y miro unos dibujos que se bajó mi hermano y pienso en que están buenos.
Y me pregunto qué es lo que estoy haciendo realmente.
Maldita bruma...
Como por esos ríos metafísicos que mira Horacio, has pasado en una canoa de flores y camalotes. Y yo solamente, te vi, como Horacio, sin poder llegar más que con la palabra.
Y todo parecía tan surrealista que daba pena no creerlo.
¿Y si ese río no es solo eso? ¿Y si es la suma de una innumerable cantidad de situaciones? ¿Estabas allí por una vuelta del destino o por una decisión tomada? Contemplo la posibilidad pero ya no importa. Prefiero pensar en lo mágico.
Llegaste desde lejos con un niño en brazos, que cumplió un año al tocar estas tierras.
Viviste mil historias en este continente extraño, en este país que termina con tu nombre.
Hoy ya pasaron los años, te sube la presión y se te cansan las piernas.
Hoy te visito y, entre té y masitas, me contas entusiasmada viejas historias de guerra.
Imagen: Contratto di Passaggio - Terza Clase - Italia/Argentina
Sábado a la tarde en la casa de la nonna
Brochetes:
Ceso – Corazón – Ceso
Corazón – Ceso – Corazón
Estomago – Corazón – Ceso
Salsas:
½ Razón – ½ Sentimiento
¾ Sentimiento – ¼ Razón (agridulce)
¾ Razón – ¼ Sentimiento (picante)
Vino de la casa:
Si, por favor
Dice el chef:
No soy vidente.
Nací con el don de la observación (por suerte o no).
- Los caminos de Fantasía -dijo Graogramán- sólo puedes encontrarlos con tus deseos. Y sólo puedes ir de un deseo a otro. Lo que no deseas te resulta inalcanzable. Eso es lo que significan aquí las palabras «cerca» y «lejos». Y tampoco basta con querer marcharse de un lugar. Tienes que querer ir a otro. Tienes que dejarte llevar por tus deseos.
De "La naturaleza de los deseos" - Michael Ende
Hoy me levante pensando en mariposas, seguramente por las experiencias de anoche.
Luego, durante el paseo de hoy a la tarde, se me volvieron a presentar físicamente: en un puesto de la feria de San Telmo posada sobre una muñeca antigua; dibujando firuletes sobre la calle Defensa; sobrevolando un tango.
Todo bajo un sol estival que quemaba de a ratos. Todo bajo una luz y una sombra particular que teñían la tarde de sueño, recuerdo y suspiro.
Me perdí en lo mágico y me acorde de vos…
Dice un comercial radial: “ No podemos hacer que el tiempo se detenga, lo que podemos hacer es que no te des cuenta de que avanza”.
Por otro lado “Los Cadillacs” cantan: “…el destino te comió los pies, y ahora sos un tipo mas” …”Qué es lo que ha pasado con tu corazón? Ya no marca el paso que marcaba ayer”.
Y pienso que estamos muy lejos. Cerca pero lejos.
Y no se quien te hizo esto. No se como te olvidaste.
Siempre fui así. Oculto pero así. Y ahora que se abrieron todas las ventanas y puertas nadie me reconoce porque soy el mismo.
Y vos, con la carga invisible de los años que no son tantos, te olvidaste del pasado movilizado y me juzgas como si lo mío fuese un crimen.
Me apena pensar que hayas abandonado el fuego juvenil.
A ver… probemos…
Hoy, domingo, como tantos otros. Un poco de familia, aunque en este momento poca. Se almuerza tipo una, una y media… El lugar: el mejor, la casa de la nonna.
El menú del día:
1 vaso de Cinzano Rosso (aperitivo opcional).
1 plato de fideos al pesto (en lo posible “al dente” 12 min)
2 vasos de vino tinto descontracturante (a gusto)
Pan (a gusto)
2 rodajas de melón con jamón crudo
1 café muy especiado (café, chocolate, canela y azúcar)
1 película a la que se le presta poca atención (Star wars IV)
Y así se pasa la hora, las horas. Viene la sobremesa y que se yo… Y después cada uno va buscando su lugarcito: Mx. subió a casa, la nonna se fue a su mecedora frente a la tele y yo esta vez opte por meterme en el auto, reclinar el asiento y escuchar ese CD de My. que había quedado atrapado en la compactera aquel día que fuimos a Plaza Serrano.
Y nada más. Vuelvo a casa. Llamador de angeles de la terraza. Salgo a pasear a algun lado, y espero con desgano el lunes.
Así termina este fin de semana que, de alguna manera, comenzó el jueves.
Mañana será como el 1 de enero de 2007, el real comienzo del año.
Fragmento de "Lettera per te"
Es raro ver como con el pasar de las horas, con el correr de los días, la zona delimitada llamada hogar, va transformándose en un hábitat particular ante la no presencia de la persona que decide realizar las tareas domesticas.
Ya en la cocina una pila de platos sucios…
Ya en el lavadero un cerro de ropa interior que se convertirá en montaña…
Aun hay reservas en el freezer. De hambre no vamos a morir
Y sí, lo reconocía, era ese lugar. ¿Pero estaba seguro? ¿Era?. Parecía, ya había estado muchas veces, cada vez que quería, en esos momentos en que las cosas parecían detenerse. Era como estar dormido, pero sin estarlo. Era como ser parte de todo y, a la vez, de nada. Pero esa vez era distinto y no sabía por que. Era algo impreciso, una sensación imprecisa que lo asustaba.
Reconoció algo: partes de él, partes del todo y de la nada, y de ese interior que era extremadamente grande. La falta de aire, la insensibilidad en una pierna, luego en un brazo. Luego la reducción y la concentración del campo.
Y se volvió permanente.
Hacía tiempo que tenía esa música en la cabeza. Era parte de él, tal vez de su escape. Ahora era permanente.
El recuerdo de constantes situaciones agradables y desagradables. Ahora permanente.
La excitación por el límite. El temor por el límite. Ahora permanente.
Y esa voz… ¿Esa vos?.
Al principio le costó reconocerla. Femenina, segura, sensual y madura, avanzaba. Sí, esa voz. Un problema más o, por el contrario, un problema menos. El fin o el principio.
Recordó aquella vez, en aquella esquina… aquella vez que se había sentido solo… aquella noche de alcohol.
Se habían visto de reojo, disimuladamente, casi sin quererlo. Pero lo habían hecho. Se habían amado sin tocarse. Y ahora estaban tan cerca… tan dulcemente cerca, que les daba miedo.
Los dos sabían como actuar, pero tenían miedo. Los dos sabían de ese juego.
Las miradas fluían en un mar oscuro. Los pensamientos flotaban en la superficie. Se fusionaban, se compartían. Se podía respirar la nada y el todo. Era una danza de amor y odio. Un refugio para los dos.
En ese ir y venir, en esa batalla encarnizada por la supremacía, nació una tregua. Un lapso de tiempo sin tiempo, de armonía incierta.
Volvieron las miradas de reojo. Los susurros lejanos y cercanos.
Ellos saben que en un futuro uno de los dos ganará. Uno de los dos sabe cuando y como.
Foto: "Fuerzas Contrapuestas" - Bosque Tallado - El Bolsón
Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina esta nadando en el aire, girando alucinada entorno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impulso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada.Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina. No necesita saber como yo, puede vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga. Ese desorden que es su orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas. Su vida no es desorden más que para mi, enterrado en prejuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por
De “Rayuela” - Cortazar -